Cartas a un niño que
no nació
Carta nº VII
¡Calla hijo!, ¡no
llores!, ahora llega ella, es nuestra familia. Tal vez sea nuestra, tal vez nos
tienda su mano.
¡Calla,
no turbes su dolor! Va de luto, ¿por ti?, ¿por mí? Va de negro, este color no
admite matices. ¿Llora?, ¿ríe?, no sé, sólo es una mueca que dilata sus bocas.
Se sienta junto a nosotros, también es juzgada.
¡Llora
hijo!, ¡llora con fuerza!, no es de ti, ni de mi, tampoco es de ellos, guarda
las apariencias.
¿Está
de luto?, ¿por quién?
No hay comentarios:
Publicar un comentario