Cartas a un niño que
no nació
Carta nº X
Estoy cansada, tengo
sueño, ¡déjame dormir!
Será
breve, tú apenas sentirás, aún no eres, pero yo ya soy y tengo sueño, un sueño
infinito, lejano, arcaico.
Hijo,
déjame tranquila, déjame dormir junto a ellas.
Hemos
andado un largo camino y estoy cansada. Tengo hambre de paz. Descansa tú
también en tu lecho fetal. Ser mundo es ser barro, sigue siendo sol, materia
alada no cristalizada. Duerme, mira como cantan los pájaros alegres, mira como
brilla cristalino el azul y se refleja la luna en el mar. Déjame oler las
flores, beber en las transparentes aguas, dormir bajo las estrellas, déjame ser
yo, quiero ser tú, pero me faltan las fuerzas.
Ellas
me lo dan todo y su canto de sirenas me arrastra hasta las rocas, déjame
estrellarme en ellas, ¡es tan dulce su canto!
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